Se aproxima el mes de septiembre y con él el verano comienza a retirarse para dar paso al dulce otoño. Las temperaturas empiezan a bajar, las horas de luz cada vez son menos y la mayoría de las plantas temporada pierden sus flores hasta el próximo estío. El paisaje de los jardines de Casaldomar cambia considerablemente, pero no pierde su encanto. La caída de las hojas de los árboles caducifolios y la aparición de las primeras setas nos regalan un ambiente otoñal ideal para que nuestros inquilinos paseen por las carreras de piedra que recorren la finca.
¡Así que nos despedimos de nuestras queridas flores con la alegría de saber que el otoño en Casaldomar es, si cabe, más bonito que el verano!
