Cada invierno, el patio de Casaldomar se viste de primavera al cubrirse con las flores de la camelia caídas. El color rojo de sus pétalos contrastan con las últimas hojas secas y las primeras pinceladas del verde musgo en la piedra. Se crea así una alfombra floral que puede verse desde los balcones y ventanas de la casa.

Una imagen hermosa que tras el solsticio de diciembre se repite desde hace tres siglos en Galicia. Así, este árbol de origen asiático, demuestra que el invierno no es una época gris y que el clima húmedo y templado e, incluso las abundantes lluvias típicas de nuestra tierra, pueden resultar acogedoras.

Puede que por eso, la camelia japónica sea uno de los árboles más preciados y cuidados en las Rías Baixas. Solo en la provincia de Pontevedra existen 8 jardines botánicos que pertenecen a la Ruta de la Camelia de Galicia, creada por la Sociedad Española de la Camelia, que se pueden visitar y en los que se pueden ver cientos de especies.

También en Casaldomar sentimos que este es uno de los árboles más valiosos de nuestro jardín, que nos aporta un panorama único que compartir con nuestros huéspedes. Por esto y por mil motivos más, creemos que el turismo de invierno en Galicia tiene un encanto especial.

Camelias blancas y rosas en el jardín de Casaldomar  Flor de la camelia de color rosa

Las camelias vistas desde un balcón de Casaldomar

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